Células especiales
La célula mas pequeña del mundo
Las células más pequeña del mundo hasta el momento conocidas son un tipo de bacterias llamadas micoplasmas que miden tan solo 0,0001 mm.
Pertenecen a la clase Mollicutes carentes de pared celular y se conocen a la fecha 100 clases de micoplasmas o Mycoplasmas.
Son resistentes a muchos antibióticos y su temperatura perfecta para su desarrollo siempre coincide con al de su huésped ya que estas son parasitas.
Su estudio posee importancia médica y agrícola.
La célula mas grande del mundo
Syringammina fragilissima es una célula de la clase xenophyophorea que puede alcanzar hasta 20 centímetros de diámetro. Está formado por tubos interconectados que secretan un cemento orgánico para recolectar arena y sedimentos, formando una estructura que se llama testa. Conforme crece, se desprenden partes de la célula que son colonizados por otros organismos. Tiene varios núcleos.
La bacteria mas resistente del mundo
En la Estación de Agricultura Experimental de la Universidad Estatal de Oregon, Estados Unidos, el profesor Arthur W. Anderson buscaba nuevas técnicas para esterilizar y conservar la comida enlatada. Era el año de 1956. Arthur expuso latas de carne a dosis letales de radiación para cualquier ser vivo, pero una de ellas se echó a perder. Lo que el señor Anderson encontró, además de carne podrida, fue una bacteria que podía sobrevivir a enormes cantidades de radiación. De color rojo y con un diámetro no mayor a 3.5 micrómetros, esta bacteria puede soportar hasta 15 mil unidades gray de radiación, hecho sorprendente si consideramos que esta cantidad de radiación es 3 mil veces mayor a la dosis letal para cualquier persona.
Desde entonces, esta bacteria es toda una celebridad y forma parte del libro de récords Guinness como «la bacteria más resistente del mundo». Un grupo de investigación liderado por Craig Venter y Claire M. Fraser, del Instituto para la Investigación del Genoma en Estados Unidos, lograron descifrar el conjunto completo de genes de esta bacteria, es decir, su genoma; cincuenta años después de que Arthur W. Anderson tuviera su primer encuentro con Conan. Esto daba la oportunidad para conocer lo que guardaba Deinococcus radiodurans en la chistera.
Múltiples tipos de radiación. Frío extremo. Sequía. Vacío. Sí, esta bacteria parece estar preparada para superar cualquier reto que se le presente. Para ello, la bacteria más resistente del mundo tiene mecanismos para prevenir el daño que pueda sufrir su información genética. Cuenta con todo un arsenal de moléculas para reparar cualquier pérdida o desperfecto y además muchas copias de seguridad de sus genes.
La radiación ataca directamente el adn y daña su estructura. En los casos más extremos, el ADN queda deshecho en múltiples pedazos y las células ya no saben cómo respirar, alimentarse y reproducirse. Para reparar el daño causado por radiación, la bacteria más resistente del mundo tiene enzimas, moléculas especializadas en reparar daños en la estructura del ADN, que pueden desenrollar, cortar, pegar y reajustar la doble hélice del ADN. Incluso, esta bacteria cuenta con enzimas específicas para reparar el daño en su genoma causado exclusivamente por la radiación ultra violeta.
Los ambientes secos, como en el desierto o el frío extremo de la Antártida, también dañan el ADN. Para que en estas condiciones el adn sufra daños, se requiere la presencia de radicales de oxígeno. Un radical es un átomo o molécula que no tiene a todos sus electrones formando parejas, por lo que son inestables y muy reactivos. Si llegan a unirse al ADN, modifican su estructura y dañan la información genética que contiene. Deinococcus radiodurans previene este daño con enzimas encargadas de secuestrar a los radicales de oxígeno antes de que logren llegar al ADN y estropeen la estructura.
Por si fuera poco, Conan, la bacteria, tiene entre cuatro y diez copias de su genoma; condición conocida como poliploidía. Esto permite que disponga siempre de un fragmento de adn sin dañar y a partir del cual restaurar alguna copia dañada.
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